La Concejalía de Seguridad Ciudadana instaló el pasado 7 de febrero los dos radares pedagógicos adquiridos recientemente por la Policía local para controlar la velocidad de los vehículos en el casco urbano: uno en la calle Santomera, a la altura del cruce de la calle Abarán; y otro en la avenida Juan Carlos I, a la salida del túnel, en sentido Lorca.
Con ellos se trata de informar y concienciar a los conductores y conductoras de vehículos que circulan por Totana de la velocidad a la que transitan por determinadas calles de la ciudad. Con la colocación de los dos radares móviles se pretende sensibilizar de la necesidad de respetar las limitaciones en aras a garantizar la seguridad de conductores y peatones.
Los radares pedagógicos (EVOLIS) tienen alimentación de batería y se recargan por energía solar. Además de informar de la velocidad, registran estadísticas de los vehículos que circulan en su radio de acción.
En zonas urbanas, especialmente en el caso de atropello, la velocidad es determinante, ya que a partir de 80 km/hora es prácticamente imposible que un peatón no fallezca en un atropello; mientras que a una velocidad de 30 kilómetros por hora, el riesgo de muerte del peatón se reduce al 10%.
La velocidad es un factor clave en la siniestralidad vial; de forma que en el año 2020 estuvo presente en el 25% de los accidentes mortales, es decir, más de 250 personas fallecieron en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes.
En mayo de 2021 entró en vigor una de las grandes reformas del Reglamento General de Circulación: los nuevos límites de velocidad en las ciudades, cuya modificación fue aprobada por el Gobierno de España el 10 de noviembre de 2020, y se estableció un plazo de seis meses para su puesta en marcha desde que se publicó en el Boletín Oficial del Estado el 11 de noviembre.
En todas las vías urbanas de Totana, la velocidad máxima a la que se puede circular cualquier tipo de vehículo es de 30 km/hora, si bien los VMP sólo podrán circular a una velocidad máxima de 25 km/hora, según recuerdan fuentes de la Policía Local.
El incumplimiento por parte de los conductores de los límites de velocidad en las vías urbanas se considerará una infracción grave o muy grave. La sanción económica oscilará entre los 100 y los 600 euros, y podría suponer la pérdida de hasta seis puntos en el carnet de conducir, según la velocidad de circulación.
Además, se informa que rebasar los límites de velocidad en 60 kilómetros por hora la velocidad permitida en zonas urbanas, según recoge el artículo 379 del Código Penal, supone un delito contra la seguridad vial. El conductor podría ser castigado con pena de prisión de tres a seis meses.
